A esto vinimos

securedownloadUna mesa de madera, una tabla con salame, un vaso con vino y un enamorado de la vida con una birome. El sonido de la piña del pino del bosque que arde en el fuego me hace hablar con el silencio. La frente me arde, fue mucho el sol que pegó hoy en ella. Las piernas cansadas de tanto caminar, el hombro enojado de tanto castear, mis dedos sucios sin bañar, hacen de mi cuerpo un pescador fascinado de tanto andar. Se termina el lunes, dando comienzo a una gran semana de pesca, o por lo menos así parece.
A las 12 nos abrieron las tranqueras de una estancia que por momentos juega a ser el mismísimo paraíso. Con pinos que intentan ser protagonistas de una película cuyo principal actor es el rio y sus integrantes, denominadas truchas.
Pocos fueron los minutos que pasaron desde la bienvenida hasta tener el agua en la cintura. Dejamos los bolsos en la cabaña, ordenamos lo ordenable y la ansiedad empezó a formar parte de mi ser. Pasaron los minutos y ella jugaba cada vez más fuerte. Los temas se iban acabando, lo único que realmente importaba era estar pescando. Llegamos al lugar donde nuestro instinto dijo que era el indicado. ¿Estoy hablando en plural? Perdón, no se los presente, en este viaje me acompaña un amigo de sangre, un primo al que admiro y quiero mucho más de lo que él imagina.

IMG_6140

Sigo. Fueron muchas las horas en el agua hasta almorzar, descorchar un tinto y descansar. El lago Filo Hua Hum era imponente, pero no nos estaba tratando muy bien. Después de la merecida siesta, el río nos dio su bienvenida. Tímido al principio, nos dio su máximo esplendor en los últimos 14 minutos de pesca. Cuatro truchas en 10 minutos y el resto, pique tras pique. Pero hubo una de ellas que fue especial, no por su tamaño, no por su peso, sino porque de tanto exigirme la caña, de llegar a creer que se rompía, en un movimiento divino me hizo mirar para arriba, agradecerle al Tata Dios, mirar a mi compañero de viaje y decirle:

“A esto vinimos”.

Lunes 18 de noviembre de 2013.
Estancia Lemu Cuyen, San Martín de los Andes, Neuquén, Argentina.