Academia de amadores

En algún lugar del planeta tierra, rodeado de montañas y un río tranquilo y transparente, se encuentra la Academia de Amadores. Un castillo medieval con varios pisos y más de cincuenta aulas. Es la primer y única Institución dedicada a las personas que quieren hablar del amor. Cada año caminan por los pasillos del castillo más de mil alumnos con distintos tipos de corazones: los que lo tienen cerrado porque nunca les enseñaron a abrirlo, los que lo abrieron y se lo rompieron en mil pedazos, los que nunca en su vida se jugaron a abrirlo y los que simplemente van a perfeccionarse en el amor.

Hay profesores de todo tipo, pero no es fácil llegar a serlo, dicen que cuando caminan por los pasillos los más reconocidos, el tiempo se frena y los alumnos los miran con una fascinante admiración. Algunos de ellos son: Joaquín Sabina de la asignatura “Que no te vendan amor sin espinas”; Joan Garriga de “El buen amor en la pareja”; Matías Muñoz de “El cambio esta en la mirada”; El Principito de “Lo esencial es invisible a los ojos”; Jesús de Nazaret de “Ama a tu prójimo como a ti mismo” y algunos más que, con el paso de los años, fueron ganando un prestigio inigualable.

El campo de deportes de la Academia tiene cuatro hectáreas en donde se dividen asignaturas anuales como:

  • Mirar a los ojos, mirar con amor 1, 2 y 3.
  • Abrazar con el cuerpo y el corazón 1 y 2.
  • Besar con pasión 1, 2 y 3.
  • Entregarse al otro en plenitud y sin barreras 1, 2, 3, 4, 5 y 6.

A las materias que se dictan en el campo de deportes se le suman las teóricas que se dictan en el castillo, en el programa se pueden encontrar algunas de ellas:

  • Sanar la infancia y el pasado con amor 1, 2, 3, 4 y 5.
  • Tus padres hicieron lo mejor que pudieron 1 y 2.
  • El amor real hecha fuera el miedo.
  • Amar con peros no es amar.
  • Amar sin culpa 1,2 y 3.
  • Amar con libertad 1 y 2.
  • Amar a un amigo a pesar de sus defectos 1 y 2.
  • No idealizar el amor: no existe ni el príncipe azul ni la princesa del color que quieras 1,2, 3 y 4.
  • Cómo reconstruir un corazón roto 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8.
  • El amor de una madre 1 y 2.
  • El amor de un padre.

Estas asignaturas se cursan día y noche durante los 365 días del año. Muchas de ellas se pueden cursar libres porque todo el material se encuentra disponible en la biblioteca.

Es importante saber que la Academia no otorga una licenciatura ni un diploma y uno no se puede recibir de “Amador”. El decano de la Institución afirmó años atrás en un medio televisivo lo siguiente: “Le generaríamos un daño irreversible al alumno si le diéramos a entender que hay un final, un título, porque así dejaría de venir y el Amador es una profesión que se ejercita durante toda la vida. Por eso se ven en nuestras aulas alumnos de ambos sexos y de todas las edades, porque para amar no hay edad. Hay un patrón entre los alumnos que más reinciden en nuestras asignaturas, suelen ser los más humildes, los que trabajan constantemente para ser mejores amadores”.