Cara de triste

IMG_1397Que me digan: «tenés cara de triste» resume un poco lo que son estos últimos días. Desordenado y atolondrado, así me siento. Estoy angustiado porque no puedo hacer las cosas «de manual», no puedo ser lo prolijo que quisiese ser. Sé que esa prolijidad que intento seguir requiere de una presión constante y a veces cuando no salen las cosas como yo quiero, la desilusión es dolorosa y profunda, me deshace y me parte en dos… En dos personas: uno es el que intenta seguir el camino y el manual que supuestamente hay que seguir, según alguien que por generaciones y generaciones creyó que era así, y el otro es el que se entristece porque sabe que no es perfecto, porque muchas veces se equivoca, por no decir la mayoría (si nos ponemos a mirar el manual en detalle).

Hoy me habla el decepcionado, el caído, el que se equivoca y me hace poner en un lugar durísimo, pero real. Con los años estoy aprendiendo de él y quizás hasta me esté llevando mejor. Me intento animar con frases como: «no hay una hoja de ruta», «no siempre las cosas salen como vos querés», «es lo que pudiste hacer en ese momento», «deja de replantearte las cosas y mirá para adelante»… En fin, la decepción me hace caer en la realidad, en que a veces no todo lo puedo hacer como «hay que hacerlo». Pero para eso existe el perdón, perdonarse a uno mismo, saber que la vida muchas veces nos enseña con el error. Después de perdonarse, aceptarse, sobre todo aceptarse. Una vez aceptado, y cuando puedas decir: «soy de esta manera», mirá lo que puedas mejorar, no cambiar. Porque muchas cosas de las que uno tiene hoy forman su esencia y nunca las vas a poder cambiar, pero me gusta la palabra «mejorar». No perdamos nuestra esencia, mejoremos nuestros defectos y también virtudes, tratemos de mejorar siempre que podamos: «esto es lo que soy y voy a mejorar en aquello y en aquello otro también». Ojo, la búsqueda inagotable hacia la perfección a veces nos cuesta hasta la propia vida, porque nos pasamos la vida tratando de perfeccionar y nos olvidamos de vivir, eso que hacemos mientras estamos de paso por este mundo.

Entonces, para resumir un poco todo esto que te digo y me digo:

Empezá por reconocer tus errores campeón. Aceptate vivir con tu mitad decepcionada, no siempre podes vivir con el manual bajo el brazo. Sacale jugo a la tristeza para crearte nuevos desafíos y así poder mejorar lo que puedas mejorar, pero sin perder la esencia de lo que sos. Buscá la perfección pero nunca te olvides de lo más importante: de vivir (eso que hacemos mientras estamos de paso por este mundo).