Diario de viaje – día 53: Segovia

segovia-fede-gallardoHoy fuimos a Segovia. Nos levantamos a las 9:00hs, nos pegamos un buen baño, desayunamos y arrancamos. Tomamos el metro hasta Moncloa donde nos encontramos con Santi (compañero de facultad, argentino y del interior, mejor dicho de Ushuaia, hábil para el futbol, charlatán y muy buen flaco). Después de un par de consultas en la ventanilla y de lograr poner un poco nerviosa a la empleada, sacamos el pasaje en bondi: ida 11:00hs/vuelta 21:00hs.

Una hora de viaje nos separaba de la terminal al destino. Linda ida, charlando de la vida y de esta espectacular experiencia, tomando mates sentados al fondo del bus como cuando éramos chicos. El paisaje cambio rápido, en cuestión de 15/20 minutos pasamos de ver edificios a ver montañas. Llegamos a destino, nos cruzamos con tres brasileñas que estaban tan perdidas como nosotros y en vez de averiguar para donde ir te juro que no pude evitar el: «seeete uno» y como devolución llegó el: «ufff ¿argentinou nou?» . Supongo que lo seguiré diciendo hasta que alguno me ponga una buena mano… En fin, caminando nos sorprendió el famoso acueducto, que se te viene encima después de rodar un par de cuadras. Lindo e impactante, un pueblo que si no fuera por su calle principal y sus locales de moda podría asegurar que vive en el 1.500. Subiendo por la principal (todo pero absolutamente todo es subida o bajada) nos encontramos con la plaza principal o, como se dice acá, Plaza Mayor. A la izquierda, subiendo un par de metros más está la Catedral.

Espectacular, la arrancaron en el 1.500 y pico y la terminaron 250 años después y hoy en día le siguen metiendo mano (le están restaurando los vitraux).

cristo-segovia-gallardoAhí me encontré con el Cristo más impactante que vi en mi vida, me quedé mano a mano, cara a cara con él. Creo que fueron unos 5 minutos (no sé bien porque cuando lo vi perdí la noción del tiempo) en los que charlamos de todo un poco. Me impactó su cara de angustia, su sufrimiento, su dolor, volví a entender mucha cosas. No sé, lo vi tan humano que me dieron ganas de abrazarlo y no soltarlo nunca más.

Después de visitar semejante obra nos fuimos caminando para el Alcázar, imponente por donde lo mires, impecable e inmaculado, como si lo hubieran inaugurado ayer. Histórico lugar en donde las batallas todavía se oyen latir entre las paredes con las exposiciones de sus cañones y sus enormes balas.

Llegó la hora de comer, recorrimos los puntos más importantes en 3/4hs, el bagre picaba. Después de dar mil y un vueltas cambiamos el famoso cochinillo por la baguette de crudo y brie. Nos ganó el cocodrilo del bolsillo, el saber que la gran mayoría de los lechones son recalentados y el haber convertido el posible plato de comida de euros a pesos. Entre los tres íbamos a gastar algo así como dos lucas, y entonces el Carrefour nos jugó una mala pasada porque entre tanta indecisión se nos puso en frente, y adentro nomá, a la de siempre: «bueno, bonito y barato” = baguette, crudo y brie. El famoso problema es el del cuchillo pa´ el picnic, pero nos arreglamos bastante bien (véase la foto de abajo).

fede-gallardo-segoviaDespués de almorzar recorrimos un poco más y pedimos agua caliente para tomar el segundo termo de mate del día. Compartimos charlas, entrenamientos, dietas y todos los temas referidos al maratón (diría que es uno de los unitemas de estos días). Terminada el agua, lavada la yerba, partimos para la terminal. Eran las 8 de la noche y Santi diviso entre paredes y piedras del siglo XV a una Iglesia chiquita por fuera y gigante por dentro.

Entramos y vimos que los fieles eran varios que miraban atentamente al sacerdote que acababa de entrar en escena. Arrancó la misa y se despertaron las ganas de escuchar de aquel hombre que vivió hace más de 2.000 años y que los escultores del pueblo no dudaron en brindarle culto. Linda la misa, imponente Iglesia, mejor aun haber conocido Segovia.

Hasta el próximo pueblo.

Saludos.