El palier de un edificio

El palier de un edificio que todavía no sabe de despedidas. Una puerta doble vidrio que da a la calle, todavía sin abrirse. Un sillón junto a una mesa ratona repleta de boletas de luz y de gas todavía sin entregarse. Una puerta que da a un ascensor que todavía no subió al primer piso. Una maceta y una planta sin regar. Autos frenados en plena avenida, semáforos que no cambian su color, el tren que todavía no llegó a la estación. El tiempo marca la pausa exacta para detenerlo todo. Y nosotros, todavía sin despedirnos, mirándonos, abrazados, a los ojos. Después, todo pasa, te saludo de lejos y le regalo un beso al aire rogando que llegue a destino. Milésimas después, tu sonrisa lo confirma. Media vuelta de los dos y el cielo suspiró. El palier conoció la tristeza, la puerta se cerró, los autos siguieron su rumbo y yo caminando en el andén pateando una lata vacía, esperando que llegue el tren.
#PasarseEsComoNoLlegar